Aguas turquesas y un frondoso bosque de sabinas de fondo
La primera playa al entrar en el Parque Natural de las Salinas de Eivissa y Formentera que encontramos se llama Cavall d’en Borràs, un lugar menos popular que su vecina playa de Illetes pero, al igual que ella, guarda una belleza salvaje de aguas cristalinas y fina arena blanca que se entremezcla con la posidonia.
Aquí la orientación noroeste es perfecta para admirar los islotes de es Vedrà y es Vedranell que se ven en la lejanía de la costa ibicenca, un marco perfecto para disfrutar de una estupenda puesta de sol desde la orilla des Cavall d’en Borràs. Otro de sus puntos fuertes es el frondoso bosque de sabinas que la cobijan, que junto al sistema dunar protegido, conforman el paisaje idílico de una playa salvaje. Sus aguas poco profundas y el ausente oleaje acaban por definirla como el perfecto destino tanto para las familias con niños como para la gente que busque relajarse en plena naturaleza.
El nombre de esta playa viene dado por la punta rocosa homónima que fue bautizada así en honor al propietario de la salinera de Formentera de finales del siglo XIX. Al norte de ésta encontramos el tramo rocoso de la playa des Carregador mientras que si seguimos hacia el sur encontramos sa Sequi, el canal que se construyó para dar salida al mar a las aguas estancadas del Estany Pudent.
La proximidad del puerto es tal, que apenas andando 2 km llegaremos hasta esta playa, por tanto es ideal para aquellos que carecen de transporte para visitar alguna playa más lejana. Llegar a ella a pie o en bicicleta es una excursión de lo más sencilla que te permite admirar tranquilamente el encanto del paisaje de esta parte de la costa. Si se prefiere acceder a ella en vehículo motorizado, habrá que seguir la carretera que bordea el estany Pudent donde se halla la entrada al parque natural para posteriormente tomar el primer desvío indicado hacia el oeste.
Y si lo que se busca es comer un buen plato de cocina marinera junto al mar, en Cavall d’en Borràs hay varios establecimientos para todos los gustos donde darse este capricho. Aunque no sea tan popular como la famosa playa de Illetas, ésta también es una de las preferidas de los visitantes porque ofrece lo mejor del paisaje de Formentera sin apenas alejarse del puerto.
