Migjorn: Cinco kilómetros de playas paradisíacas.
Migjorn es el nombre que recibe la costa sur de Formentera que se extiende a lo largo de cinco kilómetros de playas paradisíacas. Esta es la playa más extensa de toda la isla y se compone de diversas calas que se dividen por la intercalación de zonas rocosas y de arena. Cada una de ellas recibe su propio nombre y cuentan con varios acceso.
En la zona más occidental encontramos la playa del Mal Pas seguida de es Ca Marí, es Racó Fondo, es Codol Foradat, la playa des Valencians, es Arenals i finalmente es Copinar terminando por la parte este. Cada una tiene sus propias características siendo algunas más aptas que otras para darse un baño cómodamente. Las más populares suelen ser es Ca Marí, es Arenals y es Copinar por contar con un perfecto fondo marino arenosos que se prolonga mar adentro. Pese a esto, la costa puede variar cada temporada pues las corrientes invernales influyen mucho a la hora de moldear esta costa que puede sorprender con nuevos rincones que van y vienen según el año.
En esta parte de la isla se instalan toda clase de establecimientos hoteleros de distintos tamaños y presupuestos. Desde apartamentos, hoteles a pequeños establecimientos familiares. Todos ellos se integran perfectamente con las características de este paisaje natural. La oferta se complementa también, con muchos restaurantes de cocina autóctona marinera y chiringuitos acogedores con mucha personalidad que incluso mantienen el ambiente en los meses fuera de temporada. Todo este abanico de posibilidades no sólo atrae a los visitantes sino que también es frecuentado por los residentes que quieren disfrutar de lo que ofrece su isla.
Al ser una playa tan extensa y con tantas posibilidades es muy recomendable para las familias, sobre todo, porque suele estar muy resguardada de los vientos predominantes en los meses estivales y porque goza de unos fondos arenosos poco profundos donde nadar con total seguridad. Además, aunque a primera vista no lo parezca debido a su orientación sur, es también un lugar ideal para disfrutar de la puesta de sol en cualquiera de sus chiringuitos y quioscos, un atardecer muy especial tras la plenitud del horizonte formenterés.
Para poder acceder a esta parte de la isla simplemente hay que tomar alguno de sus muchos desvíos hacia el sur en la carretera principal, una vez pasado el pueblo de Sant Ferran en dirección a La Mola.
Por último cabe hacer una mención especial de la cala vecina de Caló des Mort, un pequeño arenal entre rocas repleto de casetas de pescador que se alzan bajo los acantilados del este de Migjorn. Ya no forma parte de esta playa pero puedes acceder a pie fácilmente. Este lugar es simplemente una estampa perfecta de la Formentera marinera de antaño con un paisaje espectacular de aguas claras y arena blanca, un lugar que no se puede dejar de visitar.