Este trayecto conecta de manera directa La Savina con Cala Saona atravesando la zona de Porto-salè. Empezaremos bordeando el Estany des Peix, una pequeña laguna con una estrecha apertura al mar que permite la entrada de barcos de poco calado que fondean en el lago, formando un paisaje marítimo típico de la isla. Es además un lugar ideal para la práctica de deportes náuticos como el kayak o la vela.
Nuestro paseo sigue por un entorno rural jalonado de campos, paredes de piedra seca y casas típicas. A medida que nos acerquemos a nuestro destino, nos sorprenderán las espectaculares vistas que tendremos desde los acantilados. Al final de nuestra ruta llegaremos a Cala Saona, una bahía natural rodeada de acantilados bajos en los que se resguardan un gran número de varaderos en buen estado. El contraste de la roca rojiza con el azul turquesa del mar es asombroso.
Una sugerencia para finalizar nuestra caminata: ver la puesta de sol desde Cala Saona. En días claros, es común avistar desde aquí la Península.