La Ruta de los Faros es un atractivo más de Formentera, la isla perfecta para disfrutar en cualquier época del año

Donde la tierra y el mar confluyen

La influencia del mar en una pequeña isla como Formentera es evidente. Y qué mejor manera de sentirla que conociendo sus faros, elementos clave para los navegantes en el pasado y el presente, y descubriendo sus siluetas al amanecer o al anochecer en entornos inigualables.

Precisamente la Ruta de los Faros de Formentera ha recibido el galardón Nit del Turisme 2021, reconocida por ser una experiencia que, además de conectar de forma significativa con las personas, pone en valor los recursos del territorio siempre bajo criterios de sostenibilidad y calidad en todos los sentidos.

Faro de la Savina

Un elemento clave del puerto de la Savina

Los yacimientos talayóticos de la isla de Formentera inducen a pensar que esta pequeña isla disponía ya en la época prehistórica de puntos de conexión con el exterior. El paraje del puerto de la Savina contaba con cierto abrigo de los temporales y pronto se convirtió en puerto mercantil para el comercio de la sal.

Así, con el aumento de pasajeros y comerciantes, en el año 1926 se inaugura el Faro de la Savina, un elemento clave en el puerto que ayudaría a los navegantes de la zona a la señalización de la entrada del puerto.

Faro de la Savina

El faro de la Savina da la bienvenida a los visitantes

Este modesto pero peculiar faro se encuentra en el mismo puerto de La Savina y cerca del Estany de Peix. Está rodeado de un entorno cuidado, con una pasarela de acceso directo que te lleva hasta su misma puerta y por la que se puede disfrutar de un agradable paseo.

No se puede acceder a él pero desde sus inmediaciones se puede ver una puesta de sol espectacular, en la que el perfil de la isla de Ibiza y el islote de Es Vedrà es perfectamente visible los días en los que el cielo está despejado.

Faro de la Mola

El lugar que más magia desprende de toda la isla

Es uno de los lugares más espectaculares de toda la isla. El faro lo encontraremos en el borde de un acantilado a 120 metros sobre el nivel del mar, sobre el altiplano de la Mola, en el que también encontramos el punto más alto de la isla: Sa Talaïassa, a 192 m sobre el mar. Una de las cosas más destacadas de este lugar son sus vistas al mediterráneo. Realmente impresionantes. También es muy recomendable disfrutar de este entorno natural durante la salida o la puesta del sol.

El faro de la Mola es un elemento de alto valor patrimonial ya que es uno de los pocos ejemplos arquitectónicos y técnica civil de la segunda mitad del siglo XIX en Formentera, un elemento relevante del patrimonio cultural y paisajístico de la isla, del cual el Consell de Formentera garantiza la protección y conservación.

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Faro de la Mola

160 años iluminando la parte más meridional de las Illes Balears

En 1847, bajo el reinado de Isabel II, se ordenó la construcción del Faro de la Mola pero su construcción no se inició hasta el 25 de agosto de 1860 y el 30 de noviembre de 1861 comenzó a funcionar oficialmente. El Faro de la Mola fue proyectado por el ingeniero Emili Poy i Bonet, redactor de otros proyectos de faros en las Islas Pitiusas. Un siglo y medio después, los 12 haces de luz que proyecta la óptica original, tallada a mano, de este faro de segundo orden, siguen atrayendo no solo a los barcos que pasan por debajo de los acantilados del este de Formentera, sino a los miles de turistas que acuden a observar este monumento, declarado Bien de Interés Cultural.

El faro se eleva 142 metros sobre el nivel del mar gracias a la torre de color blanco que mide 22 metros. El alcance de la luz llega a las 23 millas náuticas, con un destello cada cinco segundos.

Faro de la Mola

De un antiguo faro a un espacio cultural único

En 2019 se llevó a cabo un proyecto de adecuación y rehabilitación de la planta baja y la fachada. El objetivo principal de la remodelación del faro fue concentrar en un mismo espacio, un centro de interpretación de los faros de Formentera y una exposición permanente con temática principal la relación de los formenterenses con el mar a lo largo de la historia. Además encontramos un espacio polivalente perfecto para la realización de eventos culturales como conciertos o representaciones. La zona exterior también se ha rehabilitado para acoger actos culturales y educativos al aire libre.

El horario de apertura en verano es de martes a domingo de 11 a 14 horas y miércoles y domingos además de 17 a 21 horas. Lunes cerrado. El horario a partir del 15 de octubre es de martes a sábado, de 10 a 14 h. Domingo, lunes y festivos: cerrado

Faro de la Mola

Julio Verne y su amor por el Faro de la Mola

Julio Verne estaba profundamente atraído por la isla de Formentera y en concreto por su forma, aunque nunca la visitó en persona. Plana y con una pendiente que llegaba hasta los acantilados de la Mola, lo cual le parecía que era un una rampa de “lanzamiento de cualquier tipo de nave”. El mismo Verne hablaba del faro como “Un lugar desde donde medir el mundo”.

Una placa conmemorativa situada cerca del faro recuerda que el escritor convirtió la Mola en el lugar donde transcurre la acción de su novela ‘Héctor Servadac’ y que seguramente también inspiró su obra ‘El faro del fin del mundo’.

Faro de es Cap de Barbaria

Imagen icónica de Formentera

El Cap de Barbaria es la elevación rocosa situada más al sur de la isla y de todas las Isla Baleares, ya que es el punto geográfico más cercano a las costas africanas. El faro del Cap de Barbaria preside este impresionante acantilado vertical de 100 metros sobre el nivel del mar. El faro se inauguró en 1971, aunque el proyecto se remonta al año 1924. Con una altura de poco más de 17 metros, tiene un diámetro de unos 3 metros y su función era servir como una señal marítima.

Para llegar a él, los visitantes sortean la pequeña loma del Puig d’en Guillem y atraviesan una zona boscosa hasta llegar a un paisaje semilunar, sin apenas vegetación. Y, allá, al final de la carretera, emerge el faro, cuya silueta contrasta con el mar.

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Faro de es Cap de Barbaria

Los alrededores

La vegetación de esta zona es árida y escasa, capaz de aguantar los fuertes vientos que sufre el acantilado. En los alrededores del faro encontramos dos puntos más de recomendable visita: La Cova Foradada, una gruta que conduce a un mirador muy especial. Para acceder a esta gruta tendremos que introducirnos a través de un agujero. Recomendamos realizar la visita a este lugar con especial cuidado.

El otro punto de interés se encuentra a unos 150 metros hacia el oeste: La Torre Des Garroveret. Una de las torres de defensa repartidas por el litoral pitiuso que se empezaron a construir en el siglo XVIII con el fin de vigilar las posibles apariciones de navieros piratas sarracenos. Para alertar del avistamiento de una de estas naves, los atalayeros o vigías utilizaban un código de señales de humo desde las torres.

En las inmediaciones del faro también nos encontramos con los yacimientos megalíticos de hace 3800 años.

Faro de es Cap de Barbaria

Una puesta de sol inolvidable

Desde este lugar mágico podemos ver una de las mejores puestas de sol del Mediterráneo. La pureza del cielo y la brisa que llega directamente del mar hacen que la luz refleje sobre el agua y el cielo de una manera muy especial. En días muy claros, y debido a la altura a la que se encuentra el Cap de Barbaria, es posible distinguir algunas montañas en el horizonte, por encima del mar: es la Península Ibérica, que se encuentra a prácticamente 100 kilómetros de distancia.

La imagen de un paisaje casi desértico, una carretera estrecha, el faro lejano en el centro y el azul del mar al fondo, todos estos elementos forman parte del imaginario cinematográfico colectivo. El faro protagonista de esta fotografía captada por Julio Medem en la película «Lucía y el sexo» es el de Es Cap de Barbaria, situado en el extremo sudoeste de la isla.

Faro de es Cap de Barbaria

Acceso a vehículos de motor regulado

El Faro de Cap de Barbaria no está abierto al público pero sí se puede acceder a sus inmediaciones. Debido a las conglomeraciones que se generan en esta pequeña carretera que llega hasta el faro, el acceso con vehículos a motor está regulado durante la temporada de verano. Desde el 15 de mayo y hasta el 15 de octubre, la carretera permanece cerrada a partir del aparcamiento situado en el kilómetro 6,5. Esto significa que los coches y motos no podrán circular durante los 2,5km que restan hasta llegar al faro.

El horario de estas restricciones será de 11h a 13h y de 18h a 22h de lunes a domingo. Durante estas franjas, solo podrán acceder personas a pie, en bicicleta o en vehículo las personas con movilidad reducida. De esta manera se puede disfrutar de un camino en plena naturaleza que no lleva más de 15 minutos recorrer.